viernes, 19 de octubre de 2012

Viaje de vuelta

                                                                             A Juan Miguel Arenal, que retornó ayer. 

         
        Había viajado demasiado y, de algún modo, aquella mañana intuyó que era momento de volver. Se dirigió a la puerta de embarque, donde una larga fila de individuos de aspecto cansado se despedían de sus desolados familiares. Cuando llegó su turno en el control de equipajes, al contrario que tantas veces, sintió alivio.
        Con afectada educación, el agente de seguridad le pidió que fuera dejando todos los objetos en la bandeja contigua al arco detector. Poco a poco, empezó a extraer el contenido de bolsos, riñoneras, neceseres. Amontonó también cartas, juguetes, fotografías rancias. Finalmente, vació también los bolsillos. A medida que depositaba aquellos restos inútiles del pasado, se sentía más liviano. Comenzó a desatarse las botas, se quitó la cazadora, anillos y reloj grabado también…
             Siguió así durante un confuso período que le pareció liberador. Varios jirones de un alma en desbandada fueron lo último que depositó ante el escáner. Sonrió hacia dentro. Ahora sí, estaba preparado para volver a casa. Desnudo, como cuando partió.

3 comentarios:

  1. Me encanta. Desnudo, "como los hijos de la mar"
    Liberador, sí y emocionante.
    Besos, Amando

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  2. ¡Qué serenidad en las imagenes de esta parábola!
    Un abrazo muy fuerte, Amando.

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