lunes, 31 de diciembre de 2012

Si lo hacemos a través de diciembre


             Música para acabar 2012. Merle Haggard quedó huérfano de padre a los nueve años. Tuvo una infancia conflictiva, con amenas estancias gratuitas en diversos reformatorios. Trabajó en lo que pilló y estuvo en prisión por robo, aunque algunos opinan que su peor delito fue que Nixon lo nombrara como su cantante favorito. Pobre Merle, hay vidas en las que todo sale al revés.
 
        Uno de los top de la música country, a quien traigo aquí en estas emotivas fechas (si alguien todavía no se ha enterado de qué hablo, que mire los archivos y enlaces de su correo electrónico) no por su azarosa vida, sino por ser autor de la que pasa por ser quiza una de las mejores canciones de motivo navideño. Se trata de If we make it through december, de la que cuelgo una versión.

          Pues eso, a hacerlo, sea lo que sea, que ya queda poco diciembre.  Poco de este jodío 2012Me voy, aún tengo que comprar las uvas, quizá ya sean pasas. Gracias por estar ahí, os dejo con Haggard.
https://www.youtube.com/watch?v=Z-IJxTd8dCo

sábado, 29 de diciembre de 2012

Hombre en interior

Incluso en estas fechas, también algunos se van. O vuelven, según se mire.


                                                                                                             A Parrondo

 
Tendida, tu mirada en interior
fijaba un desconchón de soledades
por las sombras del techo suspendido,
estabas bien, no había ventanas
en la sala dieciséis del tanatorio
donde te despedi,
y habían prohibido entrar la luna llena,
 

tampoco hablamos mucho,
tu silencio de hombre en interior
reducía el valor de las palabras
a un recuerdo de polvo de carbones,
así que me marché,                         
                                 en la puerta
esquivé los jirones de esa luna
que aún se preguntaba
por qué no había ventanas en tus sueños
cegados al futuro,
                              sólo olvido
y el reflejo de cuatro cirios tristes
encuadrando a un hombre en interior.

 

viernes, 28 de diciembre de 2012

Otro cuento de navidad (diferente)

       También, por supuesto, se infiltra la navidad en el cine, ¿dónde no? Seguro que nos vienen a la memoria un montón de películas -de romanos, claro- con las que nos dormían en nuestra infancia. Luego vinieron Míster Capra y sus apóstoles, Chencho perdido en la Plaza Mayor, Santa Claus en su reno-taxi...  Afortunadamente, Berlanga sacó a Plácido de su sarcástica chistera.  Bueno, navidad de celuloide para dar y tomar.
 
        Para variar, escojo un cuento de navidad diferente. Un cuento de navidad (vale que el título no es para devanarse la sesera) del franchute Arnaud Desplechin (touché, parezco comisionista del cine francés). Fuera del título, y del planteamiento genérico (cena familiar con cuñados y primos) nada es convencional. Todo un menú de rencores, deudas impagadas y puñaladas on the rocks, salpicado por el villancico de la enfermedad, y la muerte.
 
        Y aún así, todo resulta posible, incluso una puerta abierta a los sentimientos que circulan bajo las cañerías de la indiferencia. Navidad, haz y envés, en un cuento peculiar. La mesa está puesta.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Impostora navideña


              Quisiste, ayer, sentarte a nuestra mesa. No te lo permitimos, por supuesto. Alguien tan imprudente como tú, que manifiesta ser la auténtica Navidad, desentonaría junta a nuestro cuidado árbol con espumillón y nuestros vales-regalo de felicidad. Además, arruinaría el amoroso espíritu de una celebración navideña, en eso coincidimos todos los comensales. Y encima, no maridaría bien con las cigalas, sentenció mi cuñado mientras reenviaba frenéticamente powerpoints plagados de imágenes idílicas y frases emotivas.
             No me arrepiento, creo que hicimos lo correcto. Aún así, reconozco que hubo un momento de la cena, quizá producto del exceso de brindis, donde me acordé de ti. Te imaginé tumbada en algún soportal, cubierta de cartones desechados por Papá Noel, ebria de vino de brik y abandonos. Pero convencida siempre de que eres quien dices ser. Extraviada pero terca, con esa tozudez que refuerza tu percepción de que los errados somos nosotros. Qué tontería, nosotros equivocados, nosotros impostores. Si nos hubieses visto, tan felices todos con nuestros deseos envueltos en primorosos lacitos rojos, y nuestra genuina alegría a plazo fijo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

El Mesías de Mozart. ¿Quién soportará el día...?


     De este navidad no pasa, le pongo los cuernos a Haendel. Hoy voy a escuchar El Mesías de... Mozart. Va siendo hora de coquetear con este arreglo que, por encargo, compusiera el salzburgués en 1789, medio siglo después del estreno del oratorio por parte del angloalemán.
      Queden para eruditos y musicólogos las diferencias entre ambas versiones, aunque es de suponer que el mérito de la genialidad siempre corresponderá al creador inicial. Pero si yo hubiese sido Haendel, se me habría erizado la peluca de gusto al ser versionado por un treintañero del talento de Mozart. Y viceversa.
 
      
          Para el resto de los mortales, nos vale disfrutar ambos oratorios, y dejo como muestra el aria But who may abide the day of his coming (¿Quién soportará el día de su llegada?) que, en la versión de Wolfie, adaptó al bajo (enlace 2), en lugar de la mezzo haendeliana (enlace 1). Vamos a llevarnos bien, que es Navidad, y no polemizar entre lo bueno y lo mejor. Escuchemos ambas y, dentro de lo posible, que soportemos bien el día de su llegada. Feliz nochebuena. 
https://www.youtube.com/watch?v=AGPXqoLcsAE
https://www.youtube.com/watch?v=qAv22FThqGM

jueves, 20 de diciembre de 2012

Del libro inagotable


          Ya soy escritor. Me exhibo por infinidad de revistas literarias, cenáculos vanguardistas, asociaciones culturales, blogs a la vinagreta, poemarios autoeditados, talleres de escritura y casetas feriantes. Ya soy escritor, publico en el desbordante mercado editorial sin compradores, declamo textos en conmovedoras presentaciones ante asistentes a cuyas presentaciones asistí previamente.
            Ya soy escritor, mis blogs son saludados de forma entusiasta en las redes sociales. Mi madre presume de hijo en el aula de internet para tercera edad del ayuntamiento. Ya soy escritor, saludo, agradezco, firmo. Estrecho manos y redacto emotivas dedicatorias a desconocidos. Esto es mucho mejor que leer, dónde va a parar. De hecho, hace años que no leo una sola línea que no haya tecleado yo. Ya soy escritor, especialmente del inagotable libro de las vanidades.
            Podía seguir escribiendo aprovechando mi eufórico estado de escritor exitoso. Pero el gilipollas que me habita, hace rato que avisa  para que acabe ya. Dice que da igual, que no me esfuerce más. Total –señala, burlón-, nadie me va a leer. Así, amigos lectores inexistentes, es de ingrata la literatura.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

ELISEO PARRA, quitar pesares

                Tras cuarenta años de trabajar la música en diversos registros (rock, jazz, salsa, canción de autor...) me interesa su vertiente destinada a quitar pesares y contentar al que escucha.
          Son palabras de Eliseo Parra, folclorista vallisoletano trasplantado inicialmente a Cataluña y asentado después en Madrid. Transeúnte de casi todas las formas musicales, es quizá hoy el más genuino representante de la música de raíz, adobada, eso sí, con variadas dosis de mestizaje.
               Ejemplo de folk renovado y no por ellos menos auténtico, Eliseo considera la música como lo que se supone que es, una terapia. Una herramienta para averiguar de donde venimos (mejor no intentar averigüar donde vamos) para conocernos mejor. La música, especialmente la de Eliseo, una forma, la más alegre, la más digna, de quitar pesares. Os dejo una muestra.
http://www.youtube.com/watch?v=B4r2tassUVw

sábado, 15 de diciembre de 2012

2046, billete de ida, y acaso vuelta

              Todos cuantos subían al tren con destino 2046 lo hacían con el mismo objetivo, recuperar la memoria perdida. Se decía que allí nada cambiaba. Nadie sabía realmente si era cierto, ninguno de los que viajaron regresó jamás. Excepto él.  

            Así comienza ,y termina, 2046. Entre paréntesis dos horas de imágenes compuestas con un audaz ritmo poético, dos horas de luces y sombras, de colores como versos sueltos. Dos horas alrededor de esos seres que merodean por los arrabales del amor. Wong Kar-Wai, el mismo de In the mood for love, nos vuelve a sumergir en su experimental de-cadencia visual. La iluminación y la música son de por si un prodigio buscando su hueco en el descarnado marco donde sobreviven los personajes. 
             Personajes subidos a ese tren de ausencias que lleva a 2046, ese lugar donde nada cambia. Ese lugar donde todos -en algún momento de nuestras vidas- hemos deseado llegar, sin tener claro si queríamos billete de ida y vuelta. Imprescindible como poesía dentro del cine, o como cine, simplemente.
http://www.youtube.com/watch?v=oH-lJhchz7o

viernes, 14 de diciembre de 2012

Escalafón y reconocimientos


                  En el lugar de los hechos, el juez de guardia reconoce el cadáver. No sólo lo reconoce, sino que, por algún motivo, experimenta una inesperada sintonía, una irremediable (con)fusión con el fallecido. Al juez de guardia le asalta una tenebrosa sospecha, apenas el filamento de lo que podría ser ya certeza.
 
            Todo esto sucede justo un segundo antes de que llegue al recinto acordonado el juez de guardia sustituto. Y dos segundos antes de que éste, mientras reconoce -cómo no- el cadáver, empiece a disfrutar por anticipado su inminente ascenso.

martes, 11 de diciembre de 2012

Un guiño al as de oros


 
Y en el envés rasgado del espejo
donde al amanecer, fugaz, me miro,
hay un perfil de dicha verdecida
que remansa el frescor de los racimos,
hay un aria de alegres sonajeros
en busca caprichosa de un oído,
una mirada ingenua, un buenos días
crepuscular, un corazón, un guiño
al as de oros oculto en la baraja,
una mancha de amor en el vestido.
 
Fragmento de Manual para brindar a solas en domingo, Botijo de plata, Dueñas 2008 

 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Documento inculpatorio


              El abajo firmante, de profesión viajero temporal, sin domicilio conocido, aprovechando una fugaz visita al presente,
DECLARA:
      -Que, harto de las patrañas recogidas en los libros de historia, decidió retornar al pasado con la presunción de modificar y alterar los hechos reconocidos como veraces, provocando –así lo creía, al menos- un vuelco en los consabidos hitos de la humanidad.
   -Que, ante el resultado infructuoso de su esfuerzo, dado que eruditos y estudiantes seguían repitiendo con desidia la impostada verdad de los textos al uso, forzó su viaje hasta alcanzar un límite generalmente reconocido, el llamado paraíso terrenal.
      -Que -lo admite con dudoso arrepentimiento- asesinó allí a la única pareja de fulanos que encontró, unos tales Adán y Eva (los cuales, dicho sea de paso, le parecieron bastante primitivos) con la loable intención de abortar de forma definitiva el devenir del género humano.
      -Que, a lo que se ve, tampoco funcionó esa táctica, o bien no eran áquellos los únicos moradores del planeta, por lo cual hoy se encuentra aquí, rodeado de inmigrantes sin papeles, en una comisaría cualquiera, confesando un crimen que nadie cree, ante un funcionario que, mientras teclea, cuadra cálculos sobre el sueldo que le van a rebajar a fin de mes. 
    -Que por tanto, a partir de ahora, viajará siempre hacia delante, con el vago temor de que las mentiras históricas viajen aún más deprisa que él mismo, y se encuentre otra vez el mismo guión impostado, la misma milonga vital.
           Lo que declara y firma en este tiempo presente, al que, lo jura, nunca volverá si no es por la fuerza de la autoridad. Como testigos de la declaración, añaden su infantil firma dos homínidos sin papeles, descendientes directos, indirectos o circunstanciales de aquellos primeros padres asesinados. Fecha y firma ut supra, que sale el AVE.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Premio CATA DEL VINO NUEVO, EL TRASCACHO

                   El sábado 1 de diciembre, en el sobrio auditorio Francisco Nieva, de Valdepeñas, se celebró la XLIV Cata del Vino Nuevo y Anochecer Poético, que organizan esos buenos tipos de la Asociación Cultural El Trascacho.
                   Allí estuve, compartiendo -otra vez- poesía con mi ya amigo Juan Lorenzo Collado, y conociendo a Manuel Quiroga y Mariano Lizcano, dos poetas hondos y sugerentes. Allí acompañamos los versos con queso, magras, chorizo y unas sabrosísimas gachas manchegas, con su tradición del sopón.
                  Y, desde luego, vino de Valdepeñas. Nuevo y viejo. De esta cosecha y de anteriores. Pero siempre vino. El valdepeñero Francisco Nieva dice que por los senderos de sus venas corre vino de Valdepeñas. Desde el sábado, como segoviano con venas surcadas de Ribera, he incorporado a mi sistema viticirculatorio una transfusión de sangre manchega, el verso más profundo de esta tierra.
             Sé que volveré con mis amigos de Valdepeñas, María José y Juanito, con la lesionada Amparo, con el ilusionado e ilusionante Juanjo Guardia. Sé que volveré con vino y poesía. Incluso, no me obliguen a elegir, sin poesía.
              El texto que da título al pequeño poemario premiado, Mapa de lugares sin ti, en la sección de Tantocuantología.

martes, 4 de diciembre de 2012

Vosotros, tan capaces...

           

                                 A Jaime, y a todos mis amigos de la Fundación Betesda, que tanto me ayudan.

            
     Ahora que han callado las fanfarrias a fecha fija de la ayuda a la discapacidad, ahora que no compartís portada en los telediarios con políticos corruptos y ególatras deportistas, ahora que ya no es Día Internacional de nada, sino simplemente martes, y hace frío...


           Ahora somos nosotros quienes, desde nuestra presunta suficiencia, deberíamos pediros ayuda. Ayuda para compartir vuestros talleres donde se pespuntan risas y muñecos. Ayuda para escuchar conciertos de lunes con los ojos cerrados y la inocencia por butaca, ayuda para volver a colocar los bolos cántabros que derriba la cotidiana ruindad de estos seres inseguros que nos autoconsideramos "capacitados".
 
 
           Ayer, un día más al año, fuisteis estrellas mediáticas. Hoy volvereis a vuestra oculta realidad donde anida la esperanza y se come a las once una manzana. Vosotros, tan capaces de exprimir una ilusión en nuestras estúpidas almas oxidadas. Tan capaces.   

lunes, 3 de diciembre de 2012

Intruso


Me colé en tu recuerdo, otra vez
intruso por otoños desconchados,
allí estaban, algo amarillentas,
dos fotos mías, junto a un mechero viejo
con la publicidad de un desengaño. 

Palabras oreándose al futuro
por tendederos con presente al viento,
poca cosa, quizá, para aquel sueño
abocetado en besos. 

                                Así que me fugué,
te cruzaste conmigo en la escalera
sin reconocerme, me saludaste
                como a quien soy, apenas un intruso
de aquel tiempo entre fotos y mecheros.
 
Intruso, del poemario Mapa de lugares sin tí, Premio Jaraiz, de la Asociación El Trascacho, en Valdepeñas.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Los Freud, del diván al caballete

   
       Lucien, nieto de Sigmund. La saga de los Freud sigue escarbando por los recovecos del género humano. Me gustaría que mis retratos fueran  de personas, y no como ellas, dijo el pintor aludiendo a su particular manera de entrar a saco en el alma de sus retratados. Me permito usurpar la frase para la poesía, que los versos sean, también, pinceladas de personas.
 
      Apenas un año después de su muerte, se puede ver una pequeña muestra de las creaciones de Lucien Freud en una exposición temporal, de entrada gratuita, en el Thyssen. Os dejo una muestra, su Reflejo con dos niños (autorretrato), con un espectacular contrapicado, así como una imagen del artista en su taller, y un enlace sobre vida y obra.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Educación para el turismo


          Este viaje por Transilvania está resultando espectacular, me atrevería a aventurar que divino de la muerte. La amabilidad de los lugareños supera lo imaginable. Algunos te observan con mal disimulada emoción, casi con  deseo, supongo que les atraen los rostros desconocidos. Parecen, en resumen, unos tipos encantadores. Sangre de mi sangre, podría decirse sin exagerar.
          Como ejemplo, puedo presumir de que esta noche un noble local me ha invitado a cenar en su propio castillo. Me ha encarecido, además, que no lleve ningún tipo de vianda ni obsequio para el anfitrión. Dice que aquí no se estila ese tipo de detalles. A pesar de todo, y puesto que soy un tipo bien educado, he decidido que aportaré la bebida.