martes, 26 de noviembre de 2013

Tonto de remate

       
             Soy moderadamente imbécil, o eso parece. Miro cuadros con los ojos cerrados, mordisqueo el hueso de las aceitunas, persigo autobuses fuera de las paradas. Mi familia me ha dado ya por irrecuperable, y el médico de cabecera me receta colecciones de  ansiolíticos con cuyos envases voy construyendo el puzle de mi otra vida.
             Ahora bien, soy consciente de que no debería dibujarme a medias tintas. Es más, para no seguir fingiendo, reconoceré que soy rematadamente idiota. Mucho más de lo expuesto arriba. Colecciono empanadillas a medio freír, leo periódicos de la semana que viene, y –cuando me explican las delicias del amor- finjo que escucho con atención, como si creyese que algo así pueda existir.

martes, 19 de noviembre de 2013

Esa vida en blanco y negro


Cerró el periódico, la miró a los ojos
que aún surcaban regueros del olvido,
y dijo aún puede ser…
                                    
Ya no llovía
sobre los canalones de los sueños,
y tenían el tiempo por delante,

tiempo de esperanza en las aceras
para quien, como ellos,
tan ignorantes de su propia dicha
de rutina y baño compartidos,
aún podía ser… 
                            Para ellos,
espectadores de sesión de tarde
que gustaban la vida en blanco y negro.  



En el pueblo alemán de Bad Hersfeld, cerca de Rotemburg, se puede contemplar a estos viejitos como petrificados.   A los del poema, si se mira bien, se los encuentra en cualquier lugar...


martes, 12 de noviembre de 2013

Una errata más

               Perseguía erratas sin descanso, era su obsesión. Coleccionaba defectos de imprenta, tanto en lujosas ediciones únicas, como en multitudinarias tiradas de bolsillo. Llegó a acumular miles de ellas en aquel baúl, un tropel desordenado de frases extraviadas, letras confundidas y vocablos en pleno desvarío.
          
      Cuando consideró que su obra estaba a punto de terminar, abrió la tapa del arcón, exhibió ante el espejo su sonrisa más escéptica, y se introdujo dentro. Siempre había sido consciente del lugar al que pertenecía.


El tipo de la imagen -quien, por cierto, poco tiene que ver con el protagonista del micro- es Julio Silva, diseñador de la primera portada de Rayuela, en 1963. (Fotografía de Rafa Francés)

martes, 5 de noviembre de 2013

Stabat mater mientras duermes



                                                          À Catherine Beaume, mon amie...


Pergolesi y yo esperamos
que te levantes esta mañana tibia,
inventada de torpes primaveras,

cuánto anhelo de labios
enmascara esa música doliente,

duermes en el silencio gris, a nueve metros
del cuarto donde escucho
a la madre rasgada que aún implora
milagros al alba incierta, 
                                          ella y yo
siempre esperando   
resucitar un rostro del olvido


Os dejo esta versión, ciertamente emotiva, de René Jacobs y Sebastian Henning. 
http://www.youtube.com/watch?v=rJhN93xscnw